Borgoña

Región vitícola con 84 Denominaciones de Origen reconocidas, repartidas a lo largo de su territorio.

La certificación que recibe cada AOC (Appellation d’Origine Contrôlée), llamada así a la Denominación de Origen en la zona francesa, garantiza unas características y calidad diferenciales de otras zonas.

También existe la Denominación Geográfica Complementaria, la cuál identifica un territorio más restringido dentro de la AOC, pero no constituye legalmente una AOC por sí misma. Se encuentran este tipo de Denominaciones en las AOC Regionales, en las AOC Municipales y en las AOC Grand Cru.

La gran fragmentación que se plasma en las etiquetas demuestra la autenticidad de cada terroir y el desafío que supone iniciarse en el mundo de los Borgoña.

Para ser más exactos, las denominaciones de la Borgoña se pueden definir en 4 niveles diferentes, de menor a mayor prestigio:

Denominaciones Regionales (Appellations Régionales): actualmente son 7 el numero de regiones con esta etiqueta. Las uvas pueden ser recogidas en cualquier parte de la Borgoña y son aquellos vinos más fáciles de consumir, tanto a nivel de inmediatez en el tiempo como en el precio. También se incluyen en esta etiqueta todos los vinos espumosos de la zona.

Denominaciones Municipales (Appellations Village): actualmente son 44 los municipios que forman parte y el nombre del vino refiere al municipio donde crece la uva. A través de estos vinos se puede descubrir la diversidad en el territorio y en el resultado final. Pueden ser consumidos inmediatamente pero también evolucionan positivamente al largo de los 5 años posteriores.

Denominaciones Premier Cru (Appellations Premier Cru): vinos elaborados con uvas procedentes de parcelas delimitadas y con nombre propio dentro de una Denominación Municipal. Por tanto, la mención de Premier Cru no es una AOC por si sola. En los Primer Cru se nombra el municipio y la parcela concreta de donde procede la uva. Mejora con el tiempo y es un vino que puede dejarse reposar hasta 10 años. Denominaciones

Grand Cru (Apellations Grand Cru): actualmente son 33 zonas y sus vinos representan la máxima expresión de calidad y singularidad del terroir. 32 se encuentran en Côte d’Or y 1 en Chablis. En la etiqueta no tiene porque figurar Grand Cru o el municipio al que pertenecen, ya que las parcelas tienen prestigio por sí mismas. Un vino que adquiere potencial con el tiempo, siendo recomendable empezar a catarlo a partir de los 10 años siguientes a su cosecha.

La mayoría de los vinos regionales son blancos, siendo los tintos una cuarta parte y una mínima para los rosados. En los municipales, el numero es bastante similar al anterior, siendo más mínima la producción de rosados. Por último, los Premier Cru y Grand Cru se limitan a blancos y tintos, siendo la proporción de la variedad tinta y blanca más similar en los Grand Cru que en los Premier Cru.